Vinculado en un principio a los grupos anarquistas, el muchacho pensaba que allí podían encauzarse sus dispersas ansiedades. La solidez del Partido Comunista y su poder dogmatico, lo atraían poderosamente. Su soledad, intensa, desgarrante, y la separación de su madre, marcaron importantes rasgos en su carácter.
Se doctoró en física en la universidad de La Plata. Fue becado ese año para perfeccionarse en radiaciones en el Laboratorio Curie, de París, por la Asociación Argentina para el Progreso de la Ciencia. Trabajó en ese centro de investigaciones y luego prosiguió sus estudios sobre rayos cósmicos en el Massachusetts Institute of Technology de los Estados Unidos.
Sábato era un físico de gran porvenir, cuando un día decidió romper con la ciencia y entregarse a la literatura. Esta decisión sorprendió a quienes lo habían estimulado en sus tareas de investigador, pero Sábato se justificó a sí mismo con estas palabras: " Muchos pensarán que ésta es una traición a la amistad, cuando es fidelidad a mi condición humana ".
El autor se ha lamentado de no haber tenido una formación clásica sistemática y de los años gastados en el ejercicio de la ciencia. Ha declarado también sus preferencias literarias, entre ellas los escritores superrealistas franceses y los novelistas Stendhal, Proust, Kafka, Hemingway, Faulkner, George Elliot y, sobre todo, Thomas Mann. " No soy un escritor profesional, en el sentido del vocablo ", ha dicho. Y cuando se le ha hablado de los nuevos novelistas hispanoamericanos, ha respondido: " Yo estoy en otra cosa ".
Sin embargo, su vocación literaria, manifestada ya en sus años de estudiante secundario y reactivada en París, por sus relaciones con Bretón y los superrealistas franceses, lo acercó a su regreso a Bs. As. al maestro Pedro Henríquez Ureña y Victoria Ocampo, quienes apoyaron resueltamente al joven escritor.
Trabajó como profesor de Física en la Universidad Nacional de La Plata y en el Instituto Superior del Profesorado, y colaboró en la revista Sur, el diario La Nación y otras publicaciones. Actuó entonces como asesor de editoriales, asistente en París y Roma del comité ejecutivo de la Unesco, director de la revista Mundo Argentino y director de relaciones culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.
En mayo de 1984, Sábato recibió en Madrid, de manos del rey Juan Carlos de España, el premio Miguel de Cervantes.
Novelas
1948 - El túnel1961 - Sobre héroes y tumbas
1974 - Abaddón el exterminador
Ensayos
1945 - Uno y el universo
1951 - Hombres y engranajes
1963 - El escritor y sus fantasmas
1998 - Antes del fin (memorias)
2000 - La Resistencia